Abogados ¿con tatuajes?


Abogados ¿con tatuajes?


¡SALVE!

Si bien es cierto, el origen de los tatuajes es ancestral, tampoco es tema de conversación en este momento. Frecuentemente escucho y leo a estudiantes de derecho, colegas de la abogacía, y de otras profesiones, cuestionando la validez o la siquiera ocurrencia de que un miembro de esta carrera ostente estas marcas permanentes.

 

     Estudiaremos la pregunta con tres vertientes: social, profesional y personal.
   
  Concatenando estos canales será más sencillo obtener una conclusión, que te ayude a decidirlo con claridad, pues, si abriste este blog, es posible que tengas algún tatuaje, quieras hacerte alguno, o sientes curiosidad de qué piensa la gente común de un profesionista con símbolos sobre la piel.

Social.


En principio, los tatuajes no son bien vistos por la sociedad en general, ya que (por alguna razón que no comprendo) la gente piensa que estas marcas significan que estuviste en prisión, que eres de algún culto religioso extremista, o que tu estilo de vida es de vicio y perdición.  Quizás es probable que cumplas alguno de estos requisitos: a lo mejor haces rituales en el cementerio a medianoche, probablemente viajaste a Tailandia y no recuerdas cómo llegó esa rara figura tribal a tu cuerpo, o tal vez te justas en una esquina del barrio más pesado de la ciudad a “preguntar la hora” a los caminantes despistados, quizás sí, pero quizás no.

                ¿Qué significa tu tatuaje?

Pues que tengo dinero para pagarlo. Eso significa. ¿O tiene que significar algo? ¿De verdad debes de justificar tu capacidad de elegir tu apariencia? Suena como: “Oye te cortaste el cabello ¿Vas a enlistar al ejercito?” O “Te vestiste de negro hoy, ¿estás de luto? Así de azaroso es preguntar si tiene significado o no.

Profesional.


Si has llegado hasta aquí te invito a visitar mis páginas de Facebook e Instagram, subo memes de derecho (y de otras carreras a veces).

Estudios confirman que de 100 abogadas y abogados tatuados que fueron analizados en un periodo de cinco años, 100 de ellos demostraron no perder ninguna neurona con motivo de realizarse una marca en la piel, ni les fue retirada su cédula profesional; así mismo las 4/4 partes de los estudiados, demostraron ser tan capaces como un licenciado sin tinta en la epidermis. (Ese estudio lo hice yo).

En verdad os digo que tatuarse un infinito en la muñeca no te hará menos lista, o marcarte el escudo de tu equipo, no hará que se te olviden las XII tablas.

No, no eres de "la mara salvatrucha" por traer un tatuaje.

Personal.


Poniéndonos un poco más serios, como perito en ciencias jurídicas seguro que conoces el LIBRE DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD.

El derecho al libre desarrollo de la personalidad es la facultad que cada individuo tiene para elegir autónomamente su forma de vivir. Este derecho garantiza a los sujetos plena independencia para escoger, por ejemplo, su profesión, estado civil, pasatiempos, apariencia física, estudios o actividad laboral y sólo está limitado por el respeto a los demás y el interés general. Mediante esta prerrogativa el Estado reconoce la facultad de toda persona de elegir ser y actuar de la manera que mejor le convenga para cumplir con sus preferencias, metas y expectativas particulares de vida.

Pero Iustiniano, ¿dónde encuentro eso? En la Declaración Universal de los Derechos Humanos en sus arábigos 1, 22 y 26.

Todas las naciones suscriptoras de esta declaración reconocen la libertad de los individuos a expresarse en su apariencia. Ahora te pregunto, si 192 países te reconocen la libertad de hacerlo ¿Por qué no te la reconoces tu?

Conclusión:


Sin duda es la mejor época para hacerte el tatuaje que más te guste, pues la sociedad ha perdido muchos prejuicios y uno de ellos son los tattoos. Se han vuelto una forma de expresar para ti misma o para ti mismo, alguna fecha especial, algún momento divertido, o sencillamente un emblema de lo que más te gusta.

                No demerita tu capacidad intelectual, ni tu inteligencia emocional, ni tu capacidad de ejercer tu carrera a la altura de tus propias expectativas.

Eso sí, procura buscar un local que cumpla con las condiciones de sanidad que exige la normativa de tu localidad, de lo contrario, te expones no solamente a un diseño feo, sino a contraer alguna infección y enfermedad, y no queremos eso. Consulta con varias personas, mira recomendaciones en Google Maps, y visita el local antes de dar el paso, así conoces la higiene del lugar, las sesiones que tardarán, y el precio a pagar.

Olvídate de prejuicios, que esos no dejan dinero (y necesitamos producirlo, para ese buho en el antebrazo).

1 comentario:

Translate

Blogroll

Contáctame !

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *